Yo empezaría por ser de los primeros que van huyendo siempre de los no sinceros. Ser aquel que sólo sabe y recomienda hacer locuras aunque nadie entienda. Y necesitas decir que no a los miedos, verás, puedo enseñarte lo que yo prefiero. Unas gotitas ahí de amor del bueno, no te preocupes, besaré primero.
Aunque me canse y vengan miles de días grises, o mis palabras quieran rendirse ante la lluvia en el cristal. Me suena grande, los imposibles también existen, son los que hoy me hacen decirte que la fiesta empiece ya.